El capitán salió a comer...

Tantas cosas que se pueden decir y todas tan aburridas. Sin fuego, sin riesgo, plano. Tenía razón Bukowski. Vengo de añadir a la lista de candidatos “El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco”, una especie de diario de su último año de vida. En realidad casi es un blog impreso. Se trata de entradas cortas, de apenas seis o siete páginas la más larga, con la fecha y hora en el encabezamiento, en las que Bukowski cuenta cosas. Sin pretensiones, sin artificios. Cuenta movidas que le pasan y que se le ocurren. Tal cual un blog. Si hubiera nacido ahora, probablemente tendría uno.

Hace tiempo que pasó de moda esto de los blogs. Sin embargo, todavía estamos aquí un buen puñado de nosotros. Parece que todo el mundo tiene algo que decir, alguna indiscutible verdad que proclamar al mundo. El caso es que es divertido. Y lo más sorprendente de todo: es divertido leerlos. No hablo ya por mí, Dios me libre (aunque las 900 visitas del mes pasado sugieren que también; si es que no estaban buscando todos algún dato sobre buenas penetraciones), sino que es algo que puedo extrapolar a partir de que a mí mismo me divierte mucho leer blogs ajenos. Mi favorito desde hace tiempo es Pyjamarama! , toda una delicia del humor. La red irmandinha de blogs es un lugar estupendo en el que perder el tiempo, aunque muchos no actualizan a menudo (mamones!). Y buceando entre las referencias de las referencias, acaban por encontrarse cosas de lo más interesante… ejemplos tenéis ahí a la derecha.

Internet nos ha descubierto que hay por ahí un montón de gente capaz de ponerse a teclear y hacerlo lo suficientemente bien como para que volvamos regularmente a ver qué nos siguen contando. Me parece estupendo. Sólo me pregunto una cosa. ¿Qué pasa con los periodistas? Ya sabéis, esos tipos que reciben un salario a cambio de narrar acontecimientos en los periódicos, o sencillamente hacer una columna de opinión (que viene a ser exactamente igual que un blog, pero con menos espacio). Aparte de lo tendenciosos, desinformados y poco fiables que son, ¿os habéis parado alguna vez a leer algún artículo? ¿Me lo parece a mí o casi todo lo que se puede leer es mierda? Y no me refiero solamente a las faltas de ortografía e incorrecciones gramaticales (que también las hay, y cuántas), sino al tono general de las cosas. Es farragoso, incómodo, poco natural. Sin fuego, sin riesgo, como dice Bukowski. Si hay tanta gente capaz de hacerlo mejor, ¿por qué tenemos que conformarnos con esos gilipollas? Casi todos los periodistas son escoria, es difícil encontrar uno decente. Claro que esto debe de pasar en casi todas las profesiones. Bukowski vuelve a tener razón.

“Toda esa gente. ¿Qué hace? ¿Qué piensa? Todos vamos a morir, todos nosotros, ¡menudo circo! Debería bastar con eso para que nos amáramos unos a otros, pero no es así. Nos aterrorizan y aplastan las trivialidades, nos devora la nada.”

Comentarios

Miguel Porto ha dicho que…
Toda la puta razón.
Albesias ha dicho que…
Deberíamos tatuarnos todos a bukowski en el pecho. Distinguirías a un irmandiño por el tatuaje.
Anónimo ha dicho que…
Pues a mi esto me recuerda al Quijote y a Cervantes, no sé por qué...(?)

Miss J. Hyde
Zabu ha dicho que…
"Pues porque ellos tienen un papelito que dice que son periodistas y nosotros no".

Hostia pues nosotros tenemos un blog que demuestra cómo escribimos. Y ellos?
Pues ellos ¿para qué van a hacer gratis una cosa por la que pretenden cobrar?

Asco de mundo.
Virrey Mendoza ha dicho que…
Amigos, amigos. Déjenme decirles una cosa: Me llamo Chimp y soy periodista. Y también tengo un blog.
No me enorgullezco, pero así es.

Creo que tanto Waznei como el resto de comentarios parten de un error de base: confundís al periodista con el medio, los fundís en un mismo ente. No niego que eso sucede muy a menudo: el típico periodista pseudoconocido y corporativista (en el mal sentido) que participa en diferentes medios como "tertuliano o invitado" y lo único que dice es mierda, repite como un loro feliz los dictados de su empresa/grupo mediático/grupo de presión. Sí, eso existe.

También existen esos infrahumanos que se autodenominan periodistas y se dedican a hablar de a cuántas lerdas se ha follado un tarado, por ejemplo.

Pero también hay periodistas, que se la juegan, que son despedidos por mantener un mínima ética; no es que sean héroes morales pero tienen principios. De eso los hay, y más de los que creéis.
Ah! por cierto Zabu, en España no es necesario tener el título de periodista (bastante inútil, ya se lo digo yo) para trabajar como tal. De hecho, alrededor del 50% de los "periodistas" actuales no lo tienen.
Saludos a todos.
Anónimo ha dicho que…
Spider mola. Fue candidato a "Lo mejor que he leído en 2005", si no recuerdo mal XD
Waznei ha dicho que…
Bueno, yo no quiero decir que nosotros (signifique lo que signifique eso, porque yo no tengo ni idea) debiéramos ser los que trabajaran como periodistas cobrando su dinero. Probablemente lo haríamos mejor, o en todo caso no peor, lo cual dice muy poco de la formación periodística. Pero no es eso, simplemente me quejo. Alguien por ahí habrá que esté mejor capacitado, eso es todo. Es igual que cuando me quejo de la incompetencia de la vendedora de Beep. No digo "debería trabajar yo ahí" (aunque sé que lo haría mejor), sólo digo "que pongan a alguien válido, por favor".

Amigo Chimp, comprendo muy bien su malestar. Yo vendo seguros, con lo que puede imaginarse la de cosas que he oído al respecto (incluso en su propio blog; aunque yo me abstuve, extrañamente, de entrar a poner puntos sobre íes). En parte es cierto que tendemos a igualar "periodistas" con toda esa chusma que sale en los medios. Pero es chusma. Y es lo que más se conoce de la profesión. Pero además, entre los periodistas anónimos, existe una indignante tendencia al simplismo y al error que en mi opinión denota un profundo desinterés en su propio trabajo. Siempre que he leído un artículo (en cualquier publicación) sobre un tema que yo conociera previamente, he encontrado errores de bulto, propios de quien para informarse echa un ojo por encima a lo primero que encuentra sin molestarse en verificar, contrastar ni pensar siquiera un poco en ello. Si eso ocurre en, pongamos, el 90% de los temas que yo conozco, deduzco que ocurrirá también en el resto de ellos. Por eso el periodista, como profesional, no goza por completo de todo mi respeto. Y al fin y al cabo, tal y como yo lo veo, un periodista no deja de ser un tipo que nos cuenta algo en base a su opinión y a su criterio, exactamente igual que todo hijo de vecino, por lo que no me parece que hagan una labor especialmente encomiable (sólo la hacen a gran escala, y eso tampoco es mérito suyo). Y esto sin entrar a comentar la pésima redacción de muchos de ellos (ver prensa deportiva), cuando se supone que, por dedicarse a lo que se dedican, deberían ser capaces de lograr un nivel por encima de la media. En fin, espero que no se tome a mal estas opiniones mías, señor Chimp, que al fin y al cabo no van por usted ni por esos verdaderamente respetables periodistas que sin duda existen, aunque yo no sepa de ninguno. Es más, me gustaría conocer su opinión sobre el particular con más detalle, si está dispuesto a ello.

Y sí, Spider mola, y fue candidato en 2005.
Virrey Mendoza ha dicho que…
Amigo Waznei, lamentablemente he de decir que estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que has dicho. La chusma abunda, y aún abundan más los niñatos que estudian la pseudocarrera periodística "para poder trabajar en la tele".
Evidentemente, contar algo en base a la propia opinión y el propio criterio -como usted dice- no tiene ningún mérito especial(hay millones de blogs), pero permítame decirle que eso no es la única labor de un periodista, no. Tal vez la de un artículista, pero nada más.
La verdadera labor del periodista (labor que creo que está en desuso, y que yo ya no ejerzo, pues curro en el mundo editorial, gracias a Buda)es, o tal vez era, la de ejercer de contrapeso de los tres famosos poderes y alguno más.

Si, aunque suene manido y cursi, se trataría de ser un "cuarto poder" que no aceptase obediencias y chantajes, que no tomase partido más allá de la lógica y lo justo. En definitiva, el periodismo debería ser un mecanismo de alarma para evitar los abusos de poder, y no un mecanismo que alarmase por cualquier cosa que le convenga al grupo económico y de poder que esté detrás.
Y esta labor no es (era) fácil.
Aunque creo que ya es un fósil, un recuerdo romántico, una cosa del pasado y, por eso, le doy la razón.
Permítame una pedantería para recomendarle buen periodismo:
"Le Monde Diplomatique, Edición española". Encontrará mucha opinión, es cierto, pero válgame que están bien documentados.
Salud.

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