El blús del autobús
La vida cotidiana está llena de pequeños detalles. Hoy estuvimos un poco liados en el trabajo, por lo que tardamos un poco más de lo normal en salir de la oficina. Como consecuencia, pillé el bus un poco más tarde. Lo justo como pa pillar la hora punta de salida de las oficinas (sí, normalmente suelo salir antes, una suerte lo de los horarios flexibles), con lo que el autobús iba bastante llenito. No demasiado, ojo, no es como los días de verano de 35º en la línea que va a la playa, ni como en los viejos tiempos del Cuvi cuando sólo había un bus cada hora para varios miles de alumnos. Digamos que iba razonablemente lleno. Pues bien, resulta que me ha venido a la cabeza una de esas imágenes absurdas de la infancia. A Martin Tupper, el de Sigue Soñando (no sé si alguien se acordará de esa serie que emitían en C+) le pasaba con cosas que había visto en la tele de pequeño; a mí me pasa con tebeos de Mortadelo que leía de pequeño. La viñeta en cuestión era la del típico tranvía que va abarr...