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Mostrando entradas de 2010

La Victoria del Waznei

De vez en cuando alguien todavía me pregunta por el origen de mi nik. Es la típica historia que no tiene mucho sentido a menos que te haya pasado a tí y siempre me siento un poco ridículo contándola. Aún así, sigo pensando que tenía razón entonces y parece que los hechos, por fin, me respaldan. Voy a contar la historia otra vez para dar un poco de contexto y, con suerte, poder enviar a la gente aquí cuando pregunten y no tener que contarla de nuevo. Año 1995. Yo estaba en el insitituto haciendo 2º de BUP (iba a poner "estudiando 2º de BUP", pero voy a tratar de ajustarme a la verdad). Aquel curso fue muy divertido e intersante por diversos motivos. Uno de ellos es importante en la historia, y es que el azar de la distribución alfabética me hizo compañero de pupitre de un tal Jose Carlos González, a quien no conocía de antes. Este tío resultó ser una de las personas más divertidas que he conocido. He olvidado todas las veces que me hizo reír hasta el dolor de barriga. Al año

Sociedad: Progreso y Resistencia

Los avances sociales no se dan sin un largo y duro proceso de lucha contra la resistencia natural del medio, que actúa como un freno ante la reforma. Yo siempre había asumido que el mundo, en general, va evolucionando de una manera más o menos positiva y que se puede decir que estamos mejor ahora que en cualquier siglo pasado. Hay quien puede argumentar que este progreso es desigual y hay partes del mundo en que no es ni mucho menos así. Pero no es de eso de lo que quiero hablar ahora. Ahora ya no estoy tan convencido de esa visión tan optimista, o al menos no en el corto/medio plazo, entendiendo como tal un par de generaciones. O sea, que probablemente las cosas vayan a mejor a la larga, pero eso no significa que no puedan empeorar en períodos cortos (para la humanidad) que son suficientemente largos como para que en realidad no notemos la diferencia (un siglo o diez mil años, desde mi perspectiva egoísta de mortal, me da un poco lo mismo). Aunque en realidad, tampoco quería hablar de

Un Principio

Entró como un vendaval, como una personificación de la tormenta que azotaba los árboles fuera, con un vigor tal que se doblaban hasta hacer dudar de si seguirían en pie al día siguiente. La puerta golpeó la pared con fuerza haciendo crujir los goznes, quién sabe si por el viento o por la mera presencia del hombre que, empapado y con el cabello alborotado, se plantó ante mí jadeando. Calzaba botas altas, embadurnadas por el lodo del camino, y llevaba un abrigo largo muy usado de un color que hacía años que se había vuelto indistinguible. Se quedó allí parado un instante para recuperar el aliento, aunque sospecho que también, en parte, disfrutaba con la idea de hacer una entrada teatral: la fuerza de la Naturaleza desatada tras él, los relámpagos recortando su silueta contra la puerta, el estruendo del trueno anunciando su llegada. Pero en sus ojos estaba la mirada de alguien que conocía secretos largo tiempo guardados, y su voz tenía el aplomo de quien revela verdades incuestionables.

Tras el Incierto Horizonte

Qué gustazo ver cómo el nivel de los candidatos sube tanto, tan rápido. Hoy he terminado Tras el Incierto Horizonte, de Frederik Pohl, que se convierte en un aspirante automático. De entrada, otro que hubiera ganado en 2009. Mala suerte para ellos, buena para mí: si esto sigue así, va a ser un año increíble. Tras el Incierto Horizonte es la continuación de Pórtico, una novela también merecedora de cualquier premio y que inauguró lo que se conoce como "La Saga de los Heechee". Aunque hace mucho tiempo que leí Pórtico, nunca tuve muchas referencias de la saga como tal, asi que supuse que se trataba de un nuevo "caso Dune". La verdad es que siendo conocida, Pórtico tampoco es que tuviera una fama exuberante, y Pohl, por mucho Gran Maestro que sea, tampoco es el autor de c-f más citado del mundo. Aparte de Pórtico, yo tan sólo le conocía Los Mercaderes del Espacio, que escribió en colaboración con otro tipo (cosa que siempre me sonó rara, no entiendo cómo pueden colabo

Y el Ganador es... Patrick Rothfuss, por El Nombre del Viento

Pues sí amigos. Nunca me había costado tanto decidir el premio. Hasta el último momento tenía claro que Enric González haría doblete con sus Artículos Sueltos, que fueron una de mis lecturas favoritas durante buena parte del año. La mayoría de ellos son brillantes, e incluso en sus peores momentos no se les puede sacar ningún defecto más que no estar al nivel de genialidad habitual. Pero su formato de publicación quizá ha jugado más en su contra. Uno a uno, seguramente no entrarían en mi lista, como no entran muchos artículos y ensayos que leo de vez en cuando. ¿Por qué habrían de hacerlo en conjunto, si no están (realmente) recopilados como “cuerpo común”? Fue una decisión muy dura además porque El Nombre del Viento, como ya he comentado, no está exento de varios defectos importantes. Como hace muy poquito tiempo que he hablado de ella, no voy a repetirme aquí. Me quedo con el genuino placer que me ha otorgado su lectura, y espero que el autor disipe mis temores con el segundo vo