El Mapa no es el Territorio
El lenguaje es magia. Hace poco he tenido una agradable conversación con Roberto y Taboada sobre psicolingüística y otros temas esotéricos. El hecho de que existan culturas que hayan desarrollado un idioma sobre bases no aristotélicas es una idea fascinante en la que no se me había ocurrido pensar. Se trata, supongo, de lenguas más exactas, menos ambiguas, más perfectas, si se me permite la expresión. Solo que esa perfección última tiene que ser inalcanzable, a menos que nos concienciemos para dedicar varios minutos a cada frase, y por ahí sí que ya no pasa nadie. Que le den a la perfección (y yo el primero). Después de todo, esta ambigua imperfección tiene algo de encantador, y no me gustaría renunciar a ella. Pero me estoy desviando. El lenguaje es magia, decía. Es curioso, pero en esencia es así. Uno tiene la idea del mago en su torre estudiando gruesos volúmenes de arcano poder, o quizá escudriñando en su bola de cristal, y desde luego pronunciando palabras mágicas que hacen que oc...