El repartidor del 2000
El repartidor del 2000 fue la némesis del bueno de Chris Peterson, que tuvo un épico enfrentamiento de hombre-contra-la-máquina en la mejor tradición ludista. La tradición asegura que el hombre vencerá siempre gracias a su afán de superación (o los sentimientos o el alma o cosas así; es historia vieja y cada poco la reinventan con una movida “nueva”). Desde aquel minero negro que trabajaba más que la excavadora hasta Terminator, las variaciones de la misma idea siempre han atraído mucho a la gente. Bueno, ahora que lo pienso Frankestein y Prometeo estaban ahí desde antes, pero como no soy un gafapasta voy a dejar el tema este, que en realidad no es del que quería hablar (quizá en otra ocasión).
Lo que me fascina del repartidor del 2000 es precisamente la coletilla, que en la serie (Búscate la Vida; para los pobres desgraciados que no la conozcan, sólo puedo decirles que ídem) utilizaban para parodiar un curioso fenómeno que se dio a finales del siglo pasado (cómo farda decir eso de “a finales del siglo pasado”). Y es que en aquella era de ingenuidad, decir que algo era “del 2000” era decir que era sinónimo de modernidad, de avance, de maravilla tecnológica; era una promesa de asombro, era la esencia del futuro concentrada en un producto vendible. De ahí el repartidor del 2000, pero también el coche del 2000, la casa del 2000, los colegios del 2000, los soldados del 2000, la ropa del 2000, hasta el cenicero del 2000.
¿Cómo empezó la cifra a convertirse en fetiche? Supongo que llevar 1000 años teniendo que empezar por el mismo puto número para escribir la fecha hace que a uno le entre como una ilusión por poder cambiar. Pero creo que la madurez de la ciencia ficción como género literario también ha tenido mucho que ver. Ahí tenemos ese sugerente “2001: Odisea en el Espacio”, cuya versión cinematográfica probablemente marcó las expectativas de generaciones enteras. Muchos escritores incluso pecaron de precipitación, como mi admirado Phillip K Dick, que en algunas de sus novelas situó la colonización de la Luna y Marte a mediados de los noventa (“pa chulo yo”, debió de pensar). La supuesta llegada del hombre a la luna en 1969 también habrá contribuido lo suyo a todo esto.
Y al final, como quien no quiere la cosa, resulta que estamos en pleno futuro, en el puto 2006, y nanai de la china. Ni colonización ni hostias; es más, hay quien sospecha que con lo de la llegada a la luna nos colaron una truja gordísima a todos (que vete tú a saber, con la de Roi’s que puede haber en el mundo). Pero es que ni siquiera coches voladores (y casi mejor: si ya se mata la gente con los normales, no me quiero ni imaginar lo que pasaría si pudieran volar), ni siquiera los simpáticos pijamas plateados que todo el mundo vestía en las pelis cutres de antaño (en las pelis cutres de ahora van con cuero negro y látex, aparentemente nos espera un auge del sadomaso). Tampoco vemos la tele en tres dimensiones, aunque de eso no se puede uno quejar: total, para ver a la Campos ya sobra con dos (por cierto, ¿no estamos en el futuro?¿qué hace la Campos todavía en la tele?). El único detalle pintoresco que hemos visto ha sido el del teléfono móvil, y eso no se le había ocurrido a nadie antes asi que casi no cuenta.
Y digo yo, ¿por qué seguimos usando llaves de toda la vida en lugar de tarjetitas brillantes? ¿Por qué no tenemos gafas con visión nocturna? ¿Qué pasa con la realidad virtual, que llevan 20 años diciendo que está a la vuelta de la esquina? ¿Y el cambio climático qué? ¿No deberíamos tener ya alguna ciudad sumergida? ¿Cuándo llegan los extraterrestres? ¿Por qué pasaron de moda los matamarcianos? ¿Cómo es que aún no hay implantes cibernéticos? ¿Dónde están los rayos láser? ¿Cuándo podré charlar con mi ordenador? ¿Qué fue de aquello de que podríamos dar órdenes verbales a los electrodomésticos de casa (y a la casa misma!)? ¿Cómo es que en los colegios siguen escribiendo a boli? ¿Qué pasó con aquello de “un ordenador por alumno”?
Esto del siglo XXI es un timo chavales. A mí que me hagan como a Fry: yo quiero el año 3000 ya. Aunque total, seguro que será lo mismo...
Lo que me fascina del repartidor del 2000 es precisamente la coletilla, que en la serie (Búscate la Vida; para los pobres desgraciados que no la conozcan, sólo puedo decirles que ídem) utilizaban para parodiar un curioso fenómeno que se dio a finales del siglo pasado (cómo farda decir eso de “a finales del siglo pasado”). Y es que en aquella era de ingenuidad, decir que algo era “del 2000” era decir que era sinónimo de modernidad, de avance, de maravilla tecnológica; era una promesa de asombro, era la esencia del futuro concentrada en un producto vendible. De ahí el repartidor del 2000, pero también el coche del 2000, la casa del 2000, los colegios del 2000, los soldados del 2000, la ropa del 2000, hasta el cenicero del 2000.
¿Cómo empezó la cifra a convertirse en fetiche? Supongo que llevar 1000 años teniendo que empezar por el mismo puto número para escribir la fecha hace que a uno le entre como una ilusión por poder cambiar. Pero creo que la madurez de la ciencia ficción como género literario también ha tenido mucho que ver. Ahí tenemos ese sugerente “2001: Odisea en el Espacio”, cuya versión cinematográfica probablemente marcó las expectativas de generaciones enteras. Muchos escritores incluso pecaron de precipitación, como mi admirado Phillip K Dick, que en algunas de sus novelas situó la colonización de la Luna y Marte a mediados de los noventa (“pa chulo yo”, debió de pensar). La supuesta llegada del hombre a la luna en 1969 también habrá contribuido lo suyo a todo esto.
Y al final, como quien no quiere la cosa, resulta que estamos en pleno futuro, en el puto 2006, y nanai de la china. Ni colonización ni hostias; es más, hay quien sospecha que con lo de la llegada a la luna nos colaron una truja gordísima a todos (que vete tú a saber, con la de Roi’s que puede haber en el mundo). Pero es que ni siquiera coches voladores (y casi mejor: si ya se mata la gente con los normales, no me quiero ni imaginar lo que pasaría si pudieran volar), ni siquiera los simpáticos pijamas plateados que todo el mundo vestía en las pelis cutres de antaño (en las pelis cutres de ahora van con cuero negro y látex, aparentemente nos espera un auge del sadomaso). Tampoco vemos la tele en tres dimensiones, aunque de eso no se puede uno quejar: total, para ver a la Campos ya sobra con dos (por cierto, ¿no estamos en el futuro?¿qué hace la Campos todavía en la tele?). El único detalle pintoresco que hemos visto ha sido el del teléfono móvil, y eso no se le había ocurrido a nadie antes asi que casi no cuenta.
Y digo yo, ¿por qué seguimos usando llaves de toda la vida en lugar de tarjetitas brillantes? ¿Por qué no tenemos gafas con visión nocturna? ¿Qué pasa con la realidad virtual, que llevan 20 años diciendo que está a la vuelta de la esquina? ¿Y el cambio climático qué? ¿No deberíamos tener ya alguna ciudad sumergida? ¿Cuándo llegan los extraterrestres? ¿Por qué pasaron de moda los matamarcianos? ¿Cómo es que aún no hay implantes cibernéticos? ¿Dónde están los rayos láser? ¿Cuándo podré charlar con mi ordenador? ¿Qué fue de aquello de que podríamos dar órdenes verbales a los electrodomésticos de casa (y a la casa misma!)? ¿Cómo es que en los colegios siguen escribiendo a boli? ¿Qué pasó con aquello de “un ordenador por alumno”?
Esto del siglo XXI es un timo chavales. A mí que me hagan como a Fry: yo quiero el año 3000 ya. Aunque total, seguro que será lo mismo...
Comentarios
http://mporto.blogspot.com
Y ademas tengo que decir que:
http://www.threadless.com/product/63/Damn_Scientists#zoom
Y:
http://subtopia.blogspot.com/2006/01/locative-sniping.html
por no hablar de:
http://subtopia.blogspot.com/2006/01/nomadic-urbanism-future-fema-slugs.html
Por cierto, que la película comparada con la novela es mierda. Sobran escenas estúpidas por carretas.
Buen artículo, un SPARE en toda regla (si juegas a los bolos, lo entenderás).
No, no he jugado a los bolos en mi vida. Me choca bastante que se juegue a eso fuera de los EEUU, aunque sé que en Vigo hay un par de boleras y me consta que en Madrid no es una actividad extraña. Asi que no sé lo que es un SPARE. Mis conocimientos de bolos se limitan a lo de que cuando los tumbas todos a la primera dices "STRIKE!" y haces un bailecillo ridículo. Y claro, gracias a Homer sé que la partida perfecta está en 300 puntos. Pero bueno, me lo tomaré como un cumplido (del que estoy orgulloso además, teniendo en cuenta de quién viene... no es por lamerte el culo, pero Pyjamarama es la hostia).
Veamos:
* Ni colonización ni hostias; es más, hay quien sospecha que con lo de la llegada a la luna nos colaron una truja gordísima a todos.*
>> El desde los años 50, los “programas espaciales” han variado de acuerdo a intereses políticos, sociales y
a necesidades humanas. Tanto la NASA como la ESA, presentan futuros programas de desarrollo de actividades
extraplanetarias, incluidas las primeras tomas de contacto con planetas de nuestro sistema solar que ya se
han puesto en marcha. La dificultad estriba en que la gente protesta si se dedican demasiados recursos
a esta tarea y además, en las condiciones de ingravidez se pueden realizar experimentos mucho mas
que provechosos para la industria y la medicina, tareas mucho mas “justificadas” y en línea con lo que
la sociedad necesita. EN cualquier caso, la “colonización” a mi entender empezó con la construcción de la
estación espacial MIR y continúa a buen ritmo con la Estación Espacial Internacional: será el punto
de lanzamiento a nuevos programas que culminarán con expediciones más largas…
*Pero es que ni siquiera coches voladores (y casi mejor: si ya se mata la gente con los normales, no me quiero ni imaginar lo que pasaría si pudieran volar),*
>>EN 1987, un ingeniero alemán desarrolló dos prototipos perfectamente funcionales, el proyecto se mantiene
en algún lugar, escondido, pues poco o nada se ha hablado de el después de su publicación en revistas
de tecnología. Quizá la segunda parte de su frase explique la primera… o tal vez y como siempre tengan
algo que ver los ministerios de defensa de algunas naciones.
*Tampoco vemos la tele en tres dimensiones*
>> Hace poco llegó a mis manos un pequeño artículo que mencionaba el desarrollo de un monitor 3D.
La tecnología existe, de hecho ni siquiera es nueva, pero resulta demasiado cara para que llegue
a hacerse popular. Aquí como siempre, el problema es más comercial que tecnológico. Pero como siempre
pasa, a la vuelta de unos años se habrán abaratado costes y empezarán a venderse en tiendas de
todo a un Euro…
*El único detalle pintoresco que hemos visto ha sido el del teléfono móvil, y eso no se le había ocurrido a nadie antes asi que casi no cuenta*
>> La tecnología de las comunicaciones es la que mayor despliegue de “inventos” ha mostrado por la razón
de siempre, es comercial y con una pronunciada curva hacia el abaratamiento de costes de fabricación.
A mi, si que me sigue pareciendo cosa de magia que desde un parque en Madrid, pueda comunicarme
con un señor en Chicago…Y, en multitud de relatos de Ciencia y Adelantamiento, puede contar usted
con referencias al famoso “Comunicador” personal. Por cierto, échele un vistazo a algunas películas
poco conocidas como Star Wars o Star Treck …
*¿por qué seguimos usando llaves de toda la vida en lugar de tarjetitas brillantes?*
>>Algunos coches ya no se abren ni se ponen en marcha con llave, y en el último hotel que visité
se utilizaban tarjetas… (Por cierto: yo uso tarjeta para acceder a mi lugar de trabajo)
*¿Por qué no tenemos gafas con visión nocturna?*
>>¡¡No me puedo creer que no las haya visto!! De echo, por un precio no superior a 300 € dispone
usted de una gama completa de binoculares IR y en el ejército y los cuerpos especiales de
seguridad ya son de uso mas que comun. Por otro lado existen cámaras de seguridad IR que
pueden revelar detalles como si se estuviera a plena luz del día…
*¿Qué pasa con la realidad virtual, que llevan 20 años diciendo que está a la vuelta de la esquina?*
>>Para empezar, ha habido un incremento notable en la velocidad y precisión de los microprocesadores
que ha permitido que se ejecuten aplicaciones en “tiempo real” con una fiabilidad asombrosa.
(Eche un vistazo a los videojuegos de última generación)
No hay que irse muy lejos para experimentar la “realidad virtual”: En cualquier set de videojuegos
de cualquier centro comercial ya tiene usted más de una máquina. Pero las “supermáquinas” de
realidad virtual en condiciones se encuentran al servicio de departamentos de defensa, como siempre.
*¿Y el cambio climático qué?*
>>SI le parece poco la variación del régimen hídrico, la desertización, el cambio de las corrientes
oceánicas, la magnitud de los tifones, huracanes, los tsunamis… déje pasar un par de decenios
más…
*¿No deberíamos tener ya alguna ciudad sumergida?*
>>Ese proceso es muy lento, pero constante. Hay muchos países que ya han empezado a
notarlo y empresas de ingeniería que son conscientes de ello. (Lo se de PRIMERA MANO).
*¿Cuándo llegan los extraterrestres?*
>>Creo que llega ya al más de centenar de planetas observados en otros sistemas solares.
Muchos de ellos son gaseosos, gigantes similares a nuestro Júpiter, pero ya se establecen
las bases para pensar que el Sol no es el único acompañado y probáblemente la Tierra
no sea de “exclusividad” para la Vida.
La pregunta que me hago es: ¿Para qué tendrían que venir? ¿Para ver lo “buenos” que somos?
¿O tal vez para recibir a la mínima el Stinger de un caza? Yo me lo pensaría.
Eso viene a demostrar que hay VIDA INTELIGENTE fuera de la Tierra.
*¿Por qué pasaron de moda los matamarcianos?*
>>Eso no es cierto: en mi PC conservo un emulador del Space Invaders de toda la vida
(Si quiere dígame donde y se lo mando, como he hecho más de una docena de veces
a gente que me lo ha pedido)
*¿Cómo es que aún no hay implantes cibernéticos?*
>> Ya se han empezado a usar “dispositivos inteligentes” en muchísimos casos y las últimas
noticias que tengo es que algunas suplen incluso la ceguera.
*¿Dónde están los rayos láser?*
Por todas partes. El LED de disco duro de su ordenador o del monitor son un ejemplo.
Los “láseres de rubí sintético” puede usted encontrarlos en los punteros, en niveles para
albañilería y en las miras de algunas armas (desgraciadamente) ; los de Helio y Dióxido
de carbono se usan en la industria y en la medicina y, desgraciadamente tambien
el que usted conoce (ese que revienta cascos de naves espaciales) está desarrollado
desde la absurda “guerra de las galaxias” estadounidense (derivada del programa
de defensa antimisiles).
*¿Cuándo podré charlar con mi ordenador?*
Desde hace ya más de quince años que puede usted hacerlo. Los programas de reconocimiento
de voz y de síntesis existen y están tan avanzados que lo próximo (bueno, YA está en la calle)
es hablar con el coche. Yo mismo durante un tiempo he usado un programa de gestión
de Windows con un micro. (Todavía lo tengo, por si lo quiere)
*¿Qué fue de aquello de que podríamos dar órdenes verbales a los electrodomésticos de casa (y a la casa misma!)?*
Ya se puede hacer. Hay tiendas especializadas en DOMOTICA que disponen de esos productos.
Busque,Busque…
*¿Cómo es que en los colegios siguen escribiendo a boli? ¿Qué pasó con aquello de “un ordenador por alumno”?*
Eso es cierto, pero en parte. Y como siempre depende de los recursos del lugar donde usted
viva, porque en muchos centros escolares ya se prescinde de los libros y cuentan con
los recursos necesarios.
(Perdón por la extensión del mensaje)