L.E.Y: La Era de las Yoyas
Leía hace poco en Pyjamarama! un simpático artículo sobre los juegos de repartir leña que tan de moda estuvieron a principios de los noventa. Aunque había habido precursores ilustres como Double Dragon, y habría herederos todavía más ilustres como Streets of Rage 2, el Final Fight fue quizá el juego que mejor capturó la esencia del género. Ejemplificaba además el cambio inexorable de los tiempos con una evolución en los gustos e intereses de la humanidad. Antes, triunfaban videojuegos como Ghosts and Goblins, en el que el jugador encarnaba a un caballero andante que debía rescatar a su princesa prometida de las garras de un Señor del Mal, y enfrentarse a sus huestes demoníacas a golpe de espada y lanza. En Final Fight, el jugador encarnaba a un macarra de gimnasio que debía salvar a su novia de las garras de un adinerado mafioso, y enfrentarse a sus sicarios colocados a golpe de puño y bate de béisbol. La evolución, como veis, no se detiene ante nadie. Pero aquella era de romántico ind...