Decíamos ayer...

Aunque para mí “Spaced” ha sido siempre la pista que cierra el Pisces Iscariot de Smashing Pumpkins, hay gente por ahí que asegura que también es el nombre de una serie de humor inglesa que está muy bien. Aunque no soy muy aficionado a ver series en el ordenador (ni películas, ni la tele, ni siquiera el Canal+), de vez en cuando me gusta relajarme un rato y echarle un ojo a esas cosas, cuando son buenas. Disfruté mucho con Enano Rojo, sin ir más lejos, y también hubo muy buenos momentos con Samurai Champloo, una serie que me hizo recuperar la fe en el anime (y también en los creadores de esa serie tan sobrevalorada que es Cowboy Bebop). Asi que cuando tuve la oportunidad, me agencié una copia de las dos temporadas con sus correspondientes subtítulos en castellano, imprescindibles para mí. Y entonces empezó el infierno.
La serie no se reproducía en ninguno de los programas que tengo instalados para estas cosas. Por cierto, tengo que decir que me jode mucho tener tantos programas que sirven para lo mismo. Que si el de Windows, que si Divx Player, que si Real Player, que si nosequé, que si nosecuánto. Normalmente funcionan todos, pero en algún caso alguien (“ellos”, diría un paranoico) se las arregla para que sólo puedas abrir un archivo con determinado programa. También tengo varios navegadores, varios programas para grabar cds e imágenes y también varios para reproducir música. Como todo el mundo, me imagino. Y luego lo llaman progreso.
Pero bueno, a lo que iba. No podía ver Spaced. O más exactamente, podía verla, pero no podía oír nada. Fue fácil descubrir que me faltaba algún codec. Qué coñazo los codecs. Ya digo que no soy muy aficionado a ver vídeos en el ordenador, asi que cada vez que me da por hacerlo tengo que bajarme codecs nuevos porque a algún capullo le da por inventar uno en el que quizá el sonido tiene mejor calidad (difícilmente distinguible para el oído humano, y totalmente imposible con los altavoces cutres que tengo, pero MEJOR al fin y al cabo) o tal vez ocupa un 2% menos de espacio (que ya ves tú que cosa). Pero en fin, el progreso es imparable, dicen. Va muy despacio, pero va. Y al menos es gratis.
Asi que busqué unos codecs por ahí. Encontré sin mucho problema un pack conocidillo que me consta que algún amigo mío tiene, y lo instalé inocentemente. Probé a ver si funcionaba, y ya no es que no oyera el sonido, sino que no abría nada de nada. Es más, tampoco me abrían otros vídeos que tenía que antes sí funcionaban bien. Sólo aparecía, en el mejor de los casos, un amasijo de colores sicodélicos barboteante, como un monstruo de Cthulhu vestido de Ruíz de la Prada. Todo esto me tocaba bastante los cojones, y desinstalé el pack del demonio. Después de hacerlo comprobé que todo seguía funcionando igual de mal, y empecé a cagarme en el puto mamón que había inventado los codecs de mierda. Probé a reinstalar el resto de los programas, pensando que se habrían contagiado de la tontería pero si los volvía a poner funcionarían bien. Pues no. Acabé descubriendo que el pack de codecs es uno de esos simpáticos amiguitos que cuando les ordenas que se desinstalen sólo fingen que lo hacen, pero siguen ahí agarrados a los recovecos de tu disco duro como una enfermedad infecciosa. Tuve que tomarme un tiempo en ir y exterminarlos yo mismo por las bravas. En el proceso, claro, también hubo daños colaterales: me cargué unas cuantas cosas que luego tuve que reinstalar. Finalmente, después de varias horas, conseguí dejar todo como estaba al principio. Pero la cosa no acababa ahí, aún tenía que encontrar los verdaderos codecs, era ya una cuestión de orgullo personal. Por fortuna di con una estupenda página dedicada a estos menesteres, que ya linkaré un día de estos porque me facilitó mucho la vida (y me da que la próxima vez que quiera ver algo me hará falta). En ella me enteré, de paso, de que se recomienda no instalar packs de codecs, porque a menudo arman un cristo y desatan el infierno en tu pantalla. O sea que no era cosa mía. Hay gilipollas que se dedican a hacer esos packs de mierda y a distribuirlos por ahí a sabiendas de lo que puede pasar y no te advierten ni nada.
Finalmente lo logré, después de bajarme muchas cosas, reiniciar varias veces y reinstalar unos cuantos programas. Cuatro horazas haciendo el tonto con esto, pero lo logré. Ya era tarde, pero quería ver aunque fuera un capítulo, por mis cojones. Entonces descubrí que los subtítulos estaban en inglés. No veas qué risa. Lo cerré todo y me puse a jugar al Final Fight, imaginando que cada pandillero que aparecía era un informático terrorista de los codecs. Disfruté mucho.
PD
Al final por la noche ví 3 capítulos, y otro más el día siguiente. De momento no está mal, pero aún no creo que haya merecido la pena por todo lo que tuve que pasar. Eso sí: personaje favorito: Brian, claramente.
La serie no se reproducía en ninguno de los programas que tengo instalados para estas cosas. Por cierto, tengo que decir que me jode mucho tener tantos programas que sirven para lo mismo. Que si el de Windows, que si Divx Player, que si Real Player, que si nosequé, que si nosecuánto. Normalmente funcionan todos, pero en algún caso alguien (“ellos”, diría un paranoico) se las arregla para que sólo puedas abrir un archivo con determinado programa. También tengo varios navegadores, varios programas para grabar cds e imágenes y también varios para reproducir música. Como todo el mundo, me imagino. Y luego lo llaman progreso.
Pero bueno, a lo que iba. No podía ver Spaced. O más exactamente, podía verla, pero no podía oír nada. Fue fácil descubrir que me faltaba algún codec. Qué coñazo los codecs. Ya digo que no soy muy aficionado a ver vídeos en el ordenador, asi que cada vez que me da por hacerlo tengo que bajarme codecs nuevos porque a algún capullo le da por inventar uno en el que quizá el sonido tiene mejor calidad (difícilmente distinguible para el oído humano, y totalmente imposible con los altavoces cutres que tengo, pero MEJOR al fin y al cabo) o tal vez ocupa un 2% menos de espacio (que ya ves tú que cosa). Pero en fin, el progreso es imparable, dicen. Va muy despacio, pero va. Y al menos es gratis.
Asi que busqué unos codecs por ahí. Encontré sin mucho problema un pack conocidillo que me consta que algún amigo mío tiene, y lo instalé inocentemente. Probé a ver si funcionaba, y ya no es que no oyera el sonido, sino que no abría nada de nada. Es más, tampoco me abrían otros vídeos que tenía que antes sí funcionaban bien. Sólo aparecía, en el mejor de los casos, un amasijo de colores sicodélicos barboteante, como un monstruo de Cthulhu vestido de Ruíz de la Prada. Todo esto me tocaba bastante los cojones, y desinstalé el pack del demonio. Después de hacerlo comprobé que todo seguía funcionando igual de mal, y empecé a cagarme en el puto mamón que había inventado los codecs de mierda. Probé a reinstalar el resto de los programas, pensando que se habrían contagiado de la tontería pero si los volvía a poner funcionarían bien. Pues no. Acabé descubriendo que el pack de codecs es uno de esos simpáticos amiguitos que cuando les ordenas que se desinstalen sólo fingen que lo hacen, pero siguen ahí agarrados a los recovecos de tu disco duro como una enfermedad infecciosa. Tuve que tomarme un tiempo en ir y exterminarlos yo mismo por las bravas. En el proceso, claro, también hubo daños colaterales: me cargué unas cuantas cosas que luego tuve que reinstalar. Finalmente, después de varias horas, conseguí dejar todo como estaba al principio. Pero la cosa no acababa ahí, aún tenía que encontrar los verdaderos codecs, era ya una cuestión de orgullo personal. Por fortuna di con una estupenda página dedicada a estos menesteres, que ya linkaré un día de estos porque me facilitó mucho la vida (y me da que la próxima vez que quiera ver algo me hará falta). En ella me enteré, de paso, de que se recomienda no instalar packs de codecs, porque a menudo arman un cristo y desatan el infierno en tu pantalla. O sea que no era cosa mía. Hay gilipollas que se dedican a hacer esos packs de mierda y a distribuirlos por ahí a sabiendas de lo que puede pasar y no te advierten ni nada.
Finalmente lo logré, después de bajarme muchas cosas, reiniciar varias veces y reinstalar unos cuantos programas. Cuatro horazas haciendo el tonto con esto, pero lo logré. Ya era tarde, pero quería ver aunque fuera un capítulo, por mis cojones. Entonces descubrí que los subtítulos estaban en inglés. No veas qué risa. Lo cerré todo y me puse a jugar al Final Fight, imaginando que cada pandillero que aparecía era un informático terrorista de los codecs. Disfruté mucho.
PD
Al final por la noche ví 3 capítulos, y otro más el día siguiente. De momento no está mal, pero aún no creo que haya merecido la pena por todo lo que tuve que pasar. Eso sí: personaje favorito: Brian, claramente.
Comentarios
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
JAJAJAJAJAJAJAJAAJJAA
Aunque el resto del texto hubiese sido una mierda (y es todo lo contrario) sólo por esa frase ya hubiese valido la pena...
JAJAJAJAJJA
Te has ganado el cielo chavalote!
JAJAJAJAJAJA
A todo esto, me adscribo!!!
y eso en el PC y con ADSl... si me pasa una cosa de estas con el lector de DivX del salón ya no sabré qué hacer..
porcierto berni todos lo sabiamos en cuanto vimos a brian dijimos en un berni.