Radio Free Waznei
Cada poco aparece por Internet un juguete nuevo. La mayoría nos aburren pronto. En realidad, creo que todo nos aburre pronto, o al menos a mí me pasa. Da la sensación de que hoy en día las cosas no están hechas para durar; el entretenimiento tampoco. Todo debe cambiar, siempre hace falta algo nuevo. Y es así como las coñas telefónicas, los vídeos chorras y los mails (supuestamente) graciosos acaban hartándonos… o al menos, a los que tenemos buen gusto (este es el punto en que los listillos me preguntan qué es el “buen gusto”… deberíais saberlo ya, mamones: es el que se parece al mío).
Ahora pensaba escribir un pequeño comentario sobre lo rápido que se mueve nuestra sociedad hacia ninguna parte, pero he descubierto que no estoy demasiado inspirado para eso. Empecé este post con la idea de comentar mi nuevo juguete, antes de que me aburra y pierda el interés, como me ha pasado ya tantas veces. Asi que será mejor que me ciña al tema.
Es simple. Las circunstancias fueron propicias y me dio por probar una de esas páginas de radios personalizables que hay por la red (podéis considerar a este tío el culpable directo, así como de que esté escribiendo un blog, ya que lo comentamos). Tenéis el link del engendro al final de la barra lateral. La idea es que uno va poniendo los grupos o canciones que le gustan y el programa los va reproduciendo para tí según le parece… pero (y ahí está lo interesante), el caso es que el bicho “reconoce” tus gustos y te propone cosas que, para él, coinciden con ellos. No tienes un control directo sobre lo que escuchas, más allá de poder decir “esto me gusta” o “esto no me gusta”, con lo que se supone que el cacharro va afinando.
Hasta el momento no me han hecho escuchar nada que me hiciera lanzar cohetes, pero también es verdad que no he oído nada repugnante. La mayor parte es un poco anodino, salvo, naturalmente, las cosas que yo mismo he dicho que me gustaban. Pero aún así no acabo de dejarlo, porque siempre cabe la posibilidad de que la próxima me guste, ¿no? ¿Quién sabe? Y le das una y otra vez al botón de “siguiente”, hasta que un compungido mensajito te comenta que por motivos de licencias existe un límite al número de canciones que te puedes saltar en una hora. Nada te impide, sin embargo, escucharlas enteras o simplemente cerrar y abrir una ventana nueva para repetir todo el proceso, eso sí. Al final resulta que más tiempo del que te pasas escuchando cosas te lo pasas saltándotelas y esperando a ver qué es lo siguiente. Toda una metáfora de la vida. Corriendo deprisa hacia ninguna parte.
En fin, le daré una oportunidad a todo esto, porque parece que tiene un repertorio amplio tanto en variedad como en tiempo, y no parece que intente colarme nada con fines descaradamente publicitarios… y, para qué negarlo, me hace gracia la idea de que una máquina analice mis gustos e intente satisfacerlos. Ojalá las personas hicieran lo mismo.
Asi que ya sabéis, desde ahora tenéis en Radio Waznei una nueva forma de escuchar música. También podéis probar las otras que tenga por ahí (y es que el chisme recuerda las “emisoras” de otra gente que has probado), como es el caso, de momento, con la que se llama stereotopffer; pero para los que no conozcáis al responsable, os advierto que sólo encontraréis ruidos raros y cacofonías irritantes. Hala a mover el esqueleto.
PD
Juguemos a las adivinanzas! Hay una referencia a Philip Dick en este post. ¿Alguien sabe cuál es?
Ahora pensaba escribir un pequeño comentario sobre lo rápido que se mueve nuestra sociedad hacia ninguna parte, pero he descubierto que no estoy demasiado inspirado para eso. Empecé este post con la idea de comentar mi nuevo juguete, antes de que me aburra y pierda el interés, como me ha pasado ya tantas veces. Asi que será mejor que me ciña al tema.
Es simple. Las circunstancias fueron propicias y me dio por probar una de esas páginas de radios personalizables que hay por la red (podéis considerar a este tío el culpable directo, así como de que esté escribiendo un blog, ya que lo comentamos). Tenéis el link del engendro al final de la barra lateral. La idea es que uno va poniendo los grupos o canciones que le gustan y el programa los va reproduciendo para tí según le parece… pero (y ahí está lo interesante), el caso es que el bicho “reconoce” tus gustos y te propone cosas que, para él, coinciden con ellos. No tienes un control directo sobre lo que escuchas, más allá de poder decir “esto me gusta” o “esto no me gusta”, con lo que se supone que el cacharro va afinando.
Hasta el momento no me han hecho escuchar nada que me hiciera lanzar cohetes, pero también es verdad que no he oído nada repugnante. La mayor parte es un poco anodino, salvo, naturalmente, las cosas que yo mismo he dicho que me gustaban. Pero aún así no acabo de dejarlo, porque siempre cabe la posibilidad de que la próxima me guste, ¿no? ¿Quién sabe? Y le das una y otra vez al botón de “siguiente”, hasta que un compungido mensajito te comenta que por motivos de licencias existe un límite al número de canciones que te puedes saltar en una hora. Nada te impide, sin embargo, escucharlas enteras o simplemente cerrar y abrir una ventana nueva para repetir todo el proceso, eso sí. Al final resulta que más tiempo del que te pasas escuchando cosas te lo pasas saltándotelas y esperando a ver qué es lo siguiente. Toda una metáfora de la vida. Corriendo deprisa hacia ninguna parte.
En fin, le daré una oportunidad a todo esto, porque parece que tiene un repertorio amplio tanto en variedad como en tiempo, y no parece que intente colarme nada con fines descaradamente publicitarios… y, para qué negarlo, me hace gracia la idea de que una máquina analice mis gustos e intente satisfacerlos. Ojalá las personas hicieran lo mismo.
Asi que ya sabéis, desde ahora tenéis en Radio Waznei una nueva forma de escuchar música. También podéis probar las otras que tenga por ahí (y es que el chisme recuerda las “emisoras” de otra gente que has probado), como es el caso, de momento, con la que se llama stereotopffer; pero para los que no conozcáis al responsable, os advierto que sólo encontraréis ruidos raros y cacofonías irritantes. Hala a mover el esqueleto.
PD
Juguemos a las adivinanzas! Hay una referencia a Philip Dick en este post. ¿Alguien sabe cuál es?
Comentarios
Dick escribió una novela llamada Radio Free Albemuth, para mi no es una de sus mejores obras, pero eso va por gustos.
Sobre el libro... pues yo tampoco diría que es de sus mejores obras. Aún así, la encuentro interesante. El tema de la paranoia me recuerda por momentos a 1984, salvando las distancias. Y el hecho de que (al parecer) algunas escenas sean novelizaciones de su propia vida le da un tono muy curioso a todo. En plan "¿realmente estaba tan mal de la olla?".
En general, una buena muestra de lo que es su obra en la etapa final de su carrera. Aunque de ese periodo (finales de los 70 - principios de los 80) me quedo con "Fluyan Mis Lágrimas..." y "Una Mirada a la Oscuridad", cuya versión cinematográfica tendremos ocasión de ¿disfrutar? muy pronto, por cierto.
Por cierto, cuando terminé de leer Ubik, una teoría disparatada y conspirativa asaltó mi mente: ¿acaso alejandro amenábar no se leyó Ubik antes de escribir Abre los ojos? Naaaaah... no puede ser, Amenábar no plagia nada de nada de nada...
Sobre lo de Abre los Ojos, yo no veo que se parezca más a Ubik que a cualquier historia pulp de c-f (de las que Dick ha escrito unas cuantas brillantes también). Aunque algún detallito dickiano sí que tiene, es normal teniendo en cuenta que ese espíritu se ha filtrado en gran medida a la mitología popular. Terminator, sin ir más lejos, no deja de ser una revisión de La Segunda Variedad. Otras ideas que hoy consideraríamos cliché son, que yo sepa, invenciones puras de Dick en un contexto de c-f("soy humano o soy un robot programado para creer que soy humano?", o también "¿acaso no es humano aquello que muestra todas las características de la humanidad, independientemente de su origen extraterrestre o mecánico?"). Y es que todo viene de alguna parte...
Sin ir más lejos Tezuka aunque imagino que de forma más näif lo trata en sus obras (habría que comprobar fechas porque son contemporaneos), pero temas semejantes se encuentran mucho antes aunque no sea en robots o aliens; en Pinocho, Frankestein, La isla del Dr Moreau, o el Golem.
Por no hablar de los MALOS relatos pulps en los que me apuesto una oreja se trataba el tema ya desde principios de siglo
Ahora bien, aunque en realidad no me he leído Frankenstein ni La Isla del Dr Moreau, no digamos ya el Gólem, por lo que sé el tratamiento de esos temas es distinto. En Frankenstein (que a su vez es hijo de Prometeo; vamos, que siempre hubo alguien antes) se trata más bien de impartir una lección moral, una especie de "no jugarás a ser Dios". Dick se pone de parte del monstruo, he ahí una diferencia (igual me equivoco de medio a medio, porque no sé si el Frankestein popular refleja fielmente al original). Algo por el estilo pasa en La Isla..., si es que me puedo fíar de la peli, que por cierto no me moló nada (y mira que siempre desprecié secretamente a los palurdos que dicen eso de "no, no me lo leí, pero he visto la peli"... no se puede decir nada). El Frankestein de Dick ya no es una criatura patética víctima de la arrogancia de su creador, sino un ser humano completo por derecho propio... y te obliga a aceptarlo, o a sentirte como un sucio gusano racista.
En cuanto a temas más metafísicos como el ¿Quién soy yo? y ¿Qué es la realidad?, es evidente que no son inventos de Dick, pero sí los trata desde puntos de vista inexplorados (que yo sepa, claro; no o conozco TODO), hasta el punto en que, en un contexto de c-f, podemos decir que "los inventa", o al menos les da un enfoque nuevo... que ahora nos parecerá trillado, pero no era así en su momento. Y a eso me refería.
De todos modos, en algún caso concreto la influencia sí que ha sido directa. Como dije antes, Terminator está claramente influído por La Segunda Variedad, no porque trate del tema de máquinas-que-se-vuelven-contra-hombres (que es viejo) sino porque presenta muchas otras similitudes argumentales, evidentes si nos pusiéramos a comparar.
Para los aficionados al cómic márvel, el famoso arco argumental de La Patrulla-X "Dias del futuro Pasado" (o era presente?) está calcado de otro relato de Dick (El Mundo de Jon, me parece). Y podríamos seguir así con muchas cosas, pero ya tuve bastante por hoy.
Fmdo: MaDMaLKaV
-Toda (TODA)la obra de Christopher Priest.
-La tetralogía Los Cantos de Hyperión, de Dan Simmons (si ven el tercer volumen es un cagarro, la obra en su conjunto merece la pena y contiene muchos pasajes de alto nivel).
Ale, nos vemos en los bares.
Klatu Barada Niktó (era así?)
De Christopher Priest no sólo no he leído nada, sino que además ni me suena. Investigaré, gracias.
Muy bueno, en mi opinión.
En este dirección puede ver su obra publicada en España:
http://tienda.cyberdark.net/christopher-priest-a162.html