Reality
El otro día, estando en el 24 horas, me fijé en las bolsas de conguitos. Yo no lo sabía, pero ahora también hay conguitos de chocolate blanco. Estaban en el expositor, el uno junto al otro, en una hermosa estampa de hermandad. Colors. El blanco y el negro, muy juntitos. Pero me choca una cosa.
Los conguitos blancos siguen teniendo rasgos de negro (digamos que tienen un origen africano, para que no se nos ofendan los meapilas). En los conguitos normales, no hay ningún problema, siempre nos los vendieron como… bueno, como aborígenes del Congo o algo así. “Yo soy aquel negrito del África tropical”, decía el anuncio de otro producto muy conocido. Era un poco eso. De siempre, se relacionaba a los productos de chocolate y similares con negritos en África. Negritos, conguitos, viene a ser igual. Por cierto, también hay unas pastas llamadas negritos que están de vicio de ricas. Todo terriblemente condescendiente, en definitiva.
Lo coherente sería que los conguitos blancos tuvieran otro diseño. Que fueran blancos, rubios y de ojos azules. Como en el Congo no debe de haber mucha gente así, también habría que cambiarles el nombre. Yo propongo Rumanitos. Conguitos y Rumanitos. Mantiene ese espíritu despectivo con el que nos sentimos tan cómodos, es perfecto. Pero por lo que se ve, la coherencia no es una virtud bien vista en este mundo.
Es una pena que no tenga ningún colega negro para poder oír su punto de vista en estas cosas. Tengo mis propias opiniones, pero inevitablemente deben de estar sesgadas por mi cultura. No podemos escapar a nuestro tiempo, no del todo. En Francia sí que he conocido a varias personas de diversas razas y procedencias, y la mayoría eran muy majos, pero nunca tuvimos mucho contacto. C’est la vie.
Algo parecido pasa con los homosexuales. Fernando me ha asegurado una vez que tengo un colega homosexual, pero yo tengo ni idea de quién puede ser. Tampoco especulo, simplemente no pongo la mano en el fuego por nadie. Pero me gustaría saberlo porque a veces me pregunto qué pensaría alguien de tal o cual tema. Si supiera quién es, seguro que le preguntaría muchas cosas de vez en cuando. Salid del armario, hostia.
Los conguitos blancos siguen teniendo rasgos de negro (digamos que tienen un origen africano, para que no se nos ofendan los meapilas). En los conguitos normales, no hay ningún problema, siempre nos los vendieron como… bueno, como aborígenes del Congo o algo así. “Yo soy aquel negrito del África tropical”, decía el anuncio de otro producto muy conocido. Era un poco eso. De siempre, se relacionaba a los productos de chocolate y similares con negritos en África. Negritos, conguitos, viene a ser igual. Por cierto, también hay unas pastas llamadas negritos que están de vicio de ricas. Todo terriblemente condescendiente, en definitiva.
Lo coherente sería que los conguitos blancos tuvieran otro diseño. Que fueran blancos, rubios y de ojos azules. Como en el Congo no debe de haber mucha gente así, también habría que cambiarles el nombre. Yo propongo Rumanitos. Conguitos y Rumanitos. Mantiene ese espíritu despectivo con el que nos sentimos tan cómodos, es perfecto. Pero por lo que se ve, la coherencia no es una virtud bien vista en este mundo.
Es una pena que no tenga ningún colega negro para poder oír su punto de vista en estas cosas. Tengo mis propias opiniones, pero inevitablemente deben de estar sesgadas por mi cultura. No podemos escapar a nuestro tiempo, no del todo. En Francia sí que he conocido a varias personas de diversas razas y procedencias, y la mayoría eran muy majos, pero nunca tuvimos mucho contacto. C’est la vie.
Algo parecido pasa con los homosexuales. Fernando me ha asegurado una vez que tengo un colega homosexual, pero yo tengo ni idea de quién puede ser. Tampoco especulo, simplemente no pongo la mano en el fuego por nadie. Pero me gustaría saberlo porque a veces me pregunto qué pensaría alguien de tal o cual tema. Si supiera quién es, seguro que le preguntaría muchas cosas de vez en cuando. Salid del armario, hostia.
Comentarios
Aunque si yo lo fuese y no quisiese que nadie lo supiera lo primero que haría es fingir tener ganas de saberlo con argumentos inventados, pongamos por saber su opinion sobre temas vanales y frívolos como el packaging de una chocolatina, y despues instarle a que saliese del armario...
Oye Berni... ¿quieres contarnos algo?
Los conguitos son una representación gráfica de un viejo arquetipo sobre los habitantes de África identificados con un producto de chocolate, no veo que haya posibilidad de ofenderse, y doy mis motivos:
1. El chocolate goza de buena prensa.
2. Dudo que la marca o el diseñador pretendiese difundir ningún tipo de mensaje político, o racista.
A día de hoy ademas el muñeco de conguito ya no representa a un negro, ahora el muñeco de conguito es un conguito sin más, el hecho de que los conguitos blancos vengan comercializados por la imagen del mismo muñeco pero blanco sin eliminar los rasgos gráficos arquetípicos de las antiguas representaciones de negros (porque eso no son rasgos de negro, o habeis visto alguno con esos labios de carmen de mairena?) lo confirma.
En fin, que vida esta, la de occidente.
Un saludo post-vacacional.
Esto es, de la misma forma que el muñequito es una forma estereotipada de la imagen que poseemos de la "otredad", del otro, la cual no tiene por qué obedecer a la realidad, el chocolate de los conguitos es una forma derivada de la idea de chocolate que poseemos, que no tiene por qué ser chocolate mismo.
Miss J. Hyde