¿Por qué no?

El tema de la mudanza va lento. Sería más correcto llamarlo semimudanza, porque tampoco es que tenga exactamente la intención de construir mi vida en otro lugar. Todo esto tiene un aire muy provisional para mí. Pero me apetece. Se avecinan cambios.

Y esos cambios alcanzarán también a este blog. Como allí no tengo previsto disponer de conexión a Internet, el ritmo de las cosas cambiará un poco. De momento ya ha cambiado a peor, como podéis ver. Pero me conozco un poco y creo que eso va a mejorar mucho en el futuro. Subiré las novedades cuando pueda, pero no dejaré de producirlas al ritmo que tenía antes de las vacaciones. No es ninguna clase de deseo o propósito, del cual sería muy legítimo desconfiar, es sólo lo que ha venido ocurriendo desde siempre. Y, a lo mejor, quizá me decido a cambiar un poco esto, a hacer alguna cosilla diferente de vez en cuando… pero no quiero adelantar nada aún.

Además, a principios de noviembre me tomaré unos pocos días de merecido descanso, y aunque aún no sé con seguridad lo que voy a hacer, gana puntos la posibilidad de acercarme a Barcelona a visitar algunos amigos y perder el tiempo en lugares diferentes. Asi que, es raro, pero a veces todo es vorágine y tensión y cosas, y al mismo tiempo es también calma y relax y algo que se parece un poquito a lo que dicen de la felicidad. Y, ¿por qué no? Está ahí para ti, si te apetece.

Comentarios

Padawent ha dicho que…
Ohh, que alegría y que extrañeza leer algo así. Que siga ese algo parecido a lo que la gente llama felicidad por mucho tiempo!!!

Bueno, y finalmente ¿qué tal el piso?
Anónimo ha dicho que…
Pasas más tiempo comentando la posibilidad de introducir cambios que haciendo posts de verdad, gandul.

Rober
Padawent ha dicho que…
Oes meu,el 7 de noviembre toca aquí Sufjan Stevens!!!
RhyssFen ha dicho que…
juas!, weno, yo seguire pasando y leyendo sin comentar nada como siempre (o casi) xDDDD.

Grandes palabras las de arriba, me las apunto ;).

Un saludin!!

Entradas populares de este blog

Premio Waznei 2023 – Mejor Juego del Año: Baldur’s Gate III

Faith

Rejugando