Más vale agua fresca que pis caliente
Cuando la gente se me queja del calor, suelo responder que ahorren saliva, porque aún no hemos llegado a lo peor del verano. Otra respuesta recurrente es "podría ser peor: podría llover". Qué razón tengo siempre. Hoy el Martes 13 se empeñó en hacer honor a su fama, regalándonos un día lluvioso y caluroso al mismo tiempo. El cielo tiene ese gris desmoralizador propio de las tardes de invierno, que sin duda indujo al suicidio a más de uno a lo largo de la historia. El aire es pesado y tibio como corresponde a estos días de tormenta veraniega. Y mientras, esta lluvia perezosa, de gotas gordas y pegajosas, mezclándose con el sudor de la calle como pis caliente en el caldo. Y si te abrigas es peor, porque acabas por sudar más y la sensación de asquerosidad se acentúa. Si optas por la manga corta, te mojas como un gilipollas en esa agüilla sucia como de desagüe. Martes 13. A veces los augurios se cumplen, a veces la superstición se vuelve sabiduría.
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