Y el Ganador es... Patrick Rothfuss, por El Nombre del Viento
Pues sí amigos. Nunca me había costado tanto decidir el premio. Hasta el último momento tenía claro que Enric González haría doblete con sus Artículos Sueltos, que fueron una de mis lecturas favoritas durante buena parte del año. La mayoría de ellos son brillantes, e incluso en sus peores momentos no se les puede sacar ningún defecto más que no estar al nivel de genialidad habitual. Pero su formato de publicación quizá ha jugado más en su contra. Uno a uno, seguramente no entrarían en mi lista, como no entran muchos artículos y ensayos que leo de vez en cuando. ¿Por qué habrían de hacerlo en conjunto, si no están (realmente) recopilados como “cuerpo común”?
Fue una decisión muy dura además porque El Nombre del Viento, como ya he comentado, no está exento de varios defectos importantes. Como hace muy poquito tiempo que he hablado de ella, no voy a repetirme aquí. Me quedo con el genuino placer que me ha otorgado su lectura, y espero que el autor disipe mis temores con el segundo volumen de la trilogía.
No quiero dejar de hacer una mención especial, además de al bueno de Enric, a los otros candidatos. Paul Auster es un habitual de mis listas, pero por injusto que pueda parecer va a tener difícil repetir premio, porque el jurado se pone muy quisquilloso con aquellos que ya lo han ganado anteriormente. Y quizá más en el caso de Auster, que tiene una inquietante tendencia a la repetición en sus esquemas, planteamientos, argumentos, temas, etc. La verdad es que todo lo suyo se parece mucho.
Philip K Dick es uno de mis escritores favoritos, y sin ninguna duda habría ganado uno o varios de estos prestigiosos galardones si su concesión se hubiera instaurado unos años antes. Por eso, quiero hacerle entrega ahora de un Premio Especial como homenaje al conjunto de su obra. Uno de los grandes del siglo XX.
Y como a rey muerto rey puesto, aprovecho para inaugurar la lista de candidatos para Lo Mejor de 2010. El primero en entrar es George Pelecanos, al que su historial como guionista de The Wire le otorga cierto prestigio inicial. Lo cierto es que en Música de Callejón se ven esos diálogos rápidos y afilados de la serie. Sin embargo, me ha chocado la “militancia” del autor con algunos temas políticos (fundamentalmente el asunto de la tenencia de armas en los USA) y lo que (quizá) deben de ser convencionalismos de la novela negra. Francamente, no me aporta nada que continuamente se indiquen los nombres de calles y barrios por los que pasan los personajes. Si yo conociera Washington tal vez sería bueno saberlo, pero no siendo así, qué más da.
Al otro candidato habrá que seguirle muy de cerca. Se trata de Kurt Vonnegut, y para que quede clarito lo que quiero decir, os aseguro que si este libro me lo hubiera leído el 30 de diciembre en lugar del 15 de enero hubiera sido, de largo, lo mejor de 2009. Galápagos es un ejercicio de humor negro delicioso. Por temática, me recuerda remotamente a
En definitiva, felicidades al señor Rothfuss, y suerte a los contendientes de 2010.
Comentarios
El tema de no comentar la identidad del narrador de Galápagos es un poco ridículo, ¿no? Porque cualquiera que se acerque al libro movido por la curiosidad, ya verá chafada la sorpresa gracias a la contraportada... ¿o es posible leer un libro sin echarle un ojo a la misma? XD
Retiro el defecto. Realmente, es un libro que no tiene casi nada criticable. Recomendadísimo.