Incompetencia por doquier

¿Habéis notado hasta qué punto está extendida la incompetencia en nuestras vidas? Y cuando no es incompetencia, es pura y simple desidia. Basta con coger un periódico cualquiera y buscar un artículo sobre un tema que nosotros conozcamos razonablemente para encontrar errores más o menos gordos en el mismo. Por supuesto, todas las demás noticias están igual de llenas de errores, lo que ocurre es que no nos damos cuenta.
Y pasa lo mismo con todo lo demás. Estoy seguro de que todos los profesionales que se dedican a cualquier cosa saben de algún otro profesional de lo mismo que es un perfecto inútil. Visto así, cualquier actividad normal y corriente, como llamar a un fontanero o ir al taller, se convierte en un peligroso juego de azar, lo que probablemente explica la tendencia de la gente a volver a llamar al mismo individuo la próxima vez que necesite de sus servicios (salvo que la haya montado tan gorda que no funcione aquello de "más vale malo conocido...").
Estas reflexiones vienen a que recientemente mi ordenador se apagó y no se quiso volver a encender. No me costó mucho deducir que la alimentación se había fundido, casi seguro después de que el ventilador empezara a funcionar erráticamente (hace unos días que venía haciendo ruídos raros). Necesitaba una alimentación nueva y la necesitaba ya, porque mi recién terminado trabajo de marketing bancario estaba en el disco duro y tenía sacarlo lo antes posible. Asi que lo llevé a la tienda de informática que hay al lado de mi casa (Beep), y de paso les encargué que le pusieran más memoria RAM, que sólo tenia 256mb y la venía echando en falta. Ese mismo día, por la tarde, me devolvieron el cacharro, no sin antes cobrarme un buen pico en concepto de "mano de obra", es decir, cinco minutos en enchufar el módulo de RAM y la alimentación. Pero nunca me importó pagar por un trabajo bien hecho, asi que me fui a casa tan contento.
El problema es que no era un trabajo bien hecho. La alimentación funcionaba, claro, pero se ve que la memoria que pusieron era incompatible y a la mínima que intentabas hacer algo el ordenador se colgaba, daba mensajes de error indiscriminadamente y volvían a salir las famosas pantallas azules en el momento más insospechado. Un infierno, vamos. Y entonces digo yo: ¿qué le costaba al técnico pasarse 10 minutos comprobando que todo funcionara como es debido? Es más, ¿por qué al técnico no le extrañaron en absoluto esos enigmáticos mensajes de error que salían al arrancar windows? ¿Por qué no puede uno confiar en que cuando tiene un problema se lo arreglarán sin causarle otro nuevo? Para ponerle RAM al ordenador sin comprobar que funciona, lo mismo podría habérsela puesto yo; sólo hay que enchufarla al puto slot, no hace falta estudiar mucho pa hacer eso. Claro, me la cambiarán sin cargo, pero ¿quien me compensa la molestia? Y, ¿qué clase de "mano de obra" me han vendido? Sólo me queda ejercer mi derecho de cliente insatisfecho y no volver nunca más por allí. La próxima vez (que espero que tarde), caminaré un poco más hasta otra tienda.

Comentarios

Miguel Porto ha dicho que…
Si es que...
Anónimo ha dicho que…
Y eso q todavía no te encontraste con empresas que quiebran pq son unos chafalleiros y luego, por culpa de los pufos que dejan en otras empresas se hace una cadena y al final acaban cerrando empresas buenas y serias por culpa de algún cabrón que no tiene ningún respeto por lo q hace.
Por otro lado los ordenadores no se suelen encender después de ponerles la memoria, más q nada pq te da igual lo q tenga el tío en el ordenata, si no que lo que se hace es pasarles el Memtest, que tarda unos 15 minutos en decirte si la memoria va bien o no, ad+ sin intervención humana, aún rizando el rizo, después de que casque la fuente se le suele pasar test de disco duro por si hay pérdida de información (otra media hora sin intervención humana), esos dos tests suelen ser el motivo por el que se cobra servicio técnico (eso y que la gente es tan vaga q si no lo cobras te llevan el equipo hasta para sacar los cds)

Entradas populares de este blog

Premio Waznei 2023 – Mejor Juego del Año: Baldur’s Gate III

Faith

Rejugando