Auge y caída del High-Score


No hace mucho estaba pensando en escribir un alegato a favor de Ikaruga, uno de los mejores videojuegos jamás creados. Se trata realmente de una obra maestra que todo el mundo debería conocer. Sin embargo, según me iba poniendo a ello fui descubriendo que tenía demasiadas cosas que decir y que el artículo iba a resultar ser excesivamente largo y complejo. Y lo que es peor, no demasiado coherente.

Por eso he decidido dejarlo para otra ocasión y en su lugar aprovechar una idea relacionada que tuve mientras hablaba de las virtudes de Ikaruga. Pese a ser un juego de 2002, Ikaruga recupera por completo el espíritu de los clásicos, y uno de los ejemplos que se pueden poner es el de la tabla de records. Las tablas de records han sido prácticamente desterradas de los videojuegos actuales, ya que, aparentemente, la evolución de los mismos ha convertido a los high-scores en algo obsoleto y superado, cuando hace 15 años eran por completo ineludibles. Esta evolución hizo cada vez menos necesario contar puntos por hacer algo; la meta de las partidas ya no era acumular todos los puntos posibles (o más exactamente, acumular más que tus amigos), sino llegar lo más lejos posible o ganar el mayor número de veces posible. De hecho, el Hi-score sobrevivió muchas veces de manera arbitraria (y si me apuran, anacrónica), convirtiéndose en algo así como el equivalente videojueguil del apéndice o el huesecillo ese que se supone que es el resto atávico de una cola. Es decir, que está, pero que no nos hace falta para nada. ¿O es que acaso alguien se fijaba en los records del Street Fighter II? Dejémonos de monsergas: el mejor era el que más lejos llegaba o el que nos ganaba más a menudo en modo versus. Las cosas siguieron por ese camino hasta desaparecer completamente. Al hacerse los videojuegos cada vez más complejos y largos, el prototipo estándar fue cambiando. La posibilidad de salvar las partidas viene de la mano con que los juegos sean a menudo imposibles de terminar en una sola sesión, con lo que en realidad estamos jugando siempre la misma partida, que guardamos religiosamente un día para continuarla al siguiente. Una vez terminado, uno ya tiene suficiente como para empezar otra partida a lo mismo. A partir de aquí, los juegos empezarían a volverse cada vez más cinematográficos en diversos aspectos técnicos, pero también en un detalle nada desdeñable: una vez acabas de ver una peli, no te da por volver a verla ese mismo día. Probablemente ni siquiera esa misma semana ni ese mismo mes. Sin propósito de superación, sin segundo intento, el record se vuelve irrelevante. Por ejemplo, no hay más que ver Doom y Dune II, que son las dos obras que más han influido en los últimos 16 o 17 años, y cuya base todavía es claramente reconocible en muchas novedades que salen a la venta hoy en día.

Claro que está bien que las cosas evolucionen, y es verdad que tanto Doom como Dune II son hitos memorables en el mundo del videojuego. Sin embargo, en ciertos aspectos creo que esa evolución ha perdido el norte, porque ha extraviado una parte importante del sentido de la diversión basada en el desafío. Hoy en día hay demasiados títulos que convierten la experiencia de juego en algo casi pasivo, en algo demasiado similar a, como decía antes, ver una película. Demasiado fácil, en definitiva. Puesto que es una verdad innegable que, en general, los videojuegos de hoy en día son muchísimo más fáciles que los de antes (a veces hasta niveles insultantes) no insistiré demasiado en este punto. En cambio, la desaparición de los high-scores es a menudo pasada por alto, y en mi opinión era un ingrediente importante en la receta de la adicción. Ocurre en Ikaruga, por ejemplo, que cuando uno ya ha terminado el juego (varias veces, incluso), sigue teniendo el gusanillo de jugar para superar sus puntuaciones, para hacerlo cada vez mejor, para conseguir algo que no había conseguido antes. Y sin conseguir ningún premio especial, ni desbloquear chorraditas ni jugar niveles secretos; sólo por la pura satisfacción personal de hacerlo. Ikaruga es infernalmente difícil, y en parte por eso, infernalmente adictivo. Uno no hace más que morir y morir, pero mientras muere sabe que puede hacerlo mejor, y eso da ganas de volver a intentarlo. Es un proceso que no termina nunca, y en el que el TOP de puntuaciones juega un papel importante, porque es el testigo y juez, imparcial y veraz, de nuestros progresos. Eso casi se ha perdido por completo en la actualidad, y es una pérdida dolorosa y lamentable.

Hasta que la evolución vuelva a corregir esto, siempre nos quedará Ikaruga, un juego inmortal por derecho propio.

Comentarios

RhyssFen ha dicho que…
Los clásicos nunca mueren, hoy mismo por ejemplo he estado jugando con unos amigos a unas ROMS de la NeoGeo (los mejores en juegos Hi-socre xDDD), increible, nos dolian las manos depues de jugar tanto, y no es coña XP. Por otro lado tienes razon, los juegos ya no son lo k eran, parece k los desarrolladores se centran en dar de la makina kon la k funciona el juego gráficos y cinematografias deslumbrantes, pero k despues a la hora de jugar el juego en si, no resulta ser mas k uno mas entre miles :S. No digo k no tngan k ir mejorandolos, haciendo k sean mas bonitos, con mas lucecitas y esas cosas, pero carai! ya podrian currarse un poko mas los juegos nose...

La verdad es k kada vez k veo screens de juegos antiguos, me lleno de recuerdos, nostalgia, y buenas experiencias, la verdad es k me lo pasaba mucho mejor antes k kon los juegos de ahora, y no es k sea xk antes eramos mas pekeños y todo era una novedad (bueno, en parte si), simplemente es k la calidad de los juegos era muy superior a la de ahora. Al menos en mi caso, disfruto mas con juegos antiguos, con el "señor pixelo", mis 8 o 16 bits, y mis 320 x 240 de resolucion k kon los extraordinarios juegos d hoy en dia de 5 cds...

Bueno nada, k me emociono xDDD, k kasi escribo mas k tu jajajaja!!!
Zabu ha dicho que…
Estoy totalmente de acuerdo. En los buenos años de los videojuegos yo no tenía ordenador ni consola, uno de los primeros juegos que instalé cuando tuve mi primer ordeandor fue "Monkey Island"... para que comentar nada.

Pero voy a dar la que yo creo que es la clave:

Un videojuego que se puede jugar una y otra vez solo se vende una, y te tiene ocupado unos meses.

Un videojuego con 5 CD's y mil gráficos que justifiquen un precio de la hostia y que luego te terminas en mes y medio es la mejor manera de vender otro título mientras no sacas el número II del primero (con 8 CD's y banda sonora propia).

Pero el experto en marketing es Berni, le dejo a él el análisis de esto.

Un saludo.
RhyssFen ha dicho que…
Tienes razon :S los precios de los juegos son exhorbitantes... tanto para usuarios de consolas, como para los de pc... ~_~. Un estudiante no tiene tanta pasta! XP
Padawent ha dicho que…
Cuando empecé a leer este ¿post? ¿artículo?, bueno, lo que sea pensaba "sí, claro, el hi-score tan mítico, la verdad es que ya no se ve mucho" y casi me convences de estar de acuerdo, hasta cuando comentas lo de los efectos y las historias mas curradas pensé que podía ser cierto pero mi pasión por el cine hace que tire mas hacia esos juegos, PERO cuando llegué al final ya había encontrado unos cuantos millones de juegos actuales que conservan todas esas cualidades de las que hablas sólo que con mas efectos y a lo mejor no dentro de la propia historia, sino en categorías para varios jugadores. ¿Que ya no son necesarios? Cierto, en muchos casos pasa eso, pero siguen cumpliendo su misión. Si lo que te gusta es ese modo, juega ahí, simplemente te ofrecen mas variedad.

Y vale,no soy una experta,no es que haya tenido una infancia llena de videojuegos sino mas bien de muñecas, cuentos y campo, pero creo poder comparar esos míticos juegos con las casi películas que salen ahora. Y si buscas rankings y partidas de una sóla oportunidad, sin puntos de guardar ni similar los tienes a patadas. En cuanto a eso de que la dificultad ha disminuido sólo te digo una cosa juégate el Silent Hill 4 en modo difícil y en unos años te pregunto por el final (y sólo es un ejemplo).

Yo también me emociono cuando veo esos juegos tan míticos, pero soy consciente de que es mi vena abuelita de "aish que buenos eran esos tiempos".

Y creo que ya he rallado demasiado y se me va, que es muy tarde y si sigo escribiendo voy a acabar dejando esto y poniéndome a jugar a un juego tan simple, maravilloso y clásico como es el Tetris.

Un saludiño
Waznei ha dicho que…
Voy responder a esta entrada 2 años después. Soy la leche.

Digo que los juegos hoy en día son muchísimo más fáciles, EN GENERAL. No es imposible que haya alguno realmente difícil, pero siempre será la excepción y no la norma. Al fin y al cabo, también Ikaruga es un juego más o menos "de esta época", es de 2001, tampoco es que sea una reliquia.

Sobre el Silent Hill 4, que no conozco de nada, diré que sospecho que no es rejugable (al menos no al nivel al que yo me refiero en el post), que no tiene tabla de records, y que si me hablas de ponerlo "en modo difícil" es que no debe de ser tan difícil en sí mismo.

En el futuro inmediato, la industria del videojuego tendrá que redefinirse para afrontar la madurez de sus primeros aficionados, que ahora andan rondando la treintena y que exigen algo más que un fifa todos los años y el mismo juego de tiros con explosiones más bonitas.

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