Aaarrgg

Aaarrgg

Aaarrgg! Pasado mañana tengo el examen de Estrategia Internacional! Aaarrgg, aarrgg! Cabrones todos, aaarrggg!

Ahora que me he desahogado, puedo explicar con más calma que estos últimos días fueron una pequeña locura. Por supuesto, no escribo nada aquí desde la semana pasada. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Para empezar, no estuve en casa el fin de semana, con lo cual chau internet. Al llegar a Vigo el domingo por la tarde, me encuentro con varias cosas. Por ejemplo, con que no hemos salido de Berlín cuando yo esperaba reunirme con el grupo en Viena... pero esto no tiene nada que ver y casi es mejor. No, lo malo es que, ya en mi casita, descubro que mi ratón se ha vuelto loco. El botón izquierdo se pulsa solo infinitamente o no se pulsa, según los misteriosos designios de las divinidades electrónicas. Fue un infierno invertir la configuración para poner el izquierdo a la derecha. Tuve que enchufar otro ratón viejo que había por ahí (menos mal) que no se movía nada nada, pero cuyos botones funcionaban bien. Ahora manejo el ordenador con un ratón en cada mano y los botones invertidos. Y aún así es un lío porque de vez en cuando el botón izquierdo (que funciona ahora como el derecho) se pulsa solo impidiéndote hacer cualquier cosa y abriendo programas indiscriminadamente. Me reordena los iconos del escritorio y me mete (aún no sé por qué) en el Excel. Y eso en el mejor de los casos. Desquiciante, vamos. Supongo que habrá que comprar otro ratón. Al día siguiente, lunes, y con un examen a tres días, tengo cita con el oculista. Tal y como me habían advertido, me ponen las famosas gotas pa dilatar la pupila. Pero me han debido poner unas extra-dilatation, porque estuve todo el día sin ver nada. Cuando volvía por la calle no podía ni abrir los ojos. Y ya en casa, olvídate de estudiar, porque el papel es blanco y el reflejo de la luz hacía que las letras bailaran y se mezclaran, con lo que tratar de leer era una tortura. Lo peor es que no podía estudiar, pero tampoco podía leer nada para pasar el rato, porque pasaba lo mismo. Asi que se puede decir que ayer no hice nada, prácticamente. Cuando se me pasó la tontería esta ya era tarde para ponerme a repasar asi que lo dejé correr.

Y hoy es hoy. Esta mañana he ido a dejar CVs a la oficina de orientación al empleo de la Uni. Descubrí, con gran optimismo, que aparte de la convocatoria de prácticas que me interesaba habían aparecido otras dos durante el fin de semana. Pero no tenía 3 CVs, sólo tenía uno aparte del original, del que no me quiero deshacer porque es más fácil fotocopiarlo que imprimirlo. ¿Que cómo es eso? Porque mi CV es en color (pa chulo yo), y en mi impresora no sale bien. Asi que fui a la fotocopiadora pa sacarle unas copias y me salen con que allí no hacen fotocopias en color. Malditos capullos. ¿Cómo es que no tienen una triste fotocopiadora en color? Pues no la tienen. Pero la tienen en industriales, me dicen. No sé por qué los inútiles de industriales han de tener una y no los de empresas o económicas. Pero bueno, mejor ellos que nadie. Asi que decido ir hasta allí a hacer las copias. Para los que no lo sepan, la facultad de industriales es la que más lejos está de la mía de todo el campus. Ya es mala suerte, ya. Pero las cosas son como son, asi que me dirijo hacia allí. Aparte de que es un paseíllo que preferiría haberme ahorrado, resulta que he acabado dando un par de vueltas estúpidas porque están haciendo unas obras justo al lado y había caminos cortados, desviados, o que no llevaban a donde se supone que deberían llevar. Pero bueno, ningún problema. Llego, hago las fotocopias, y cuando salgo de industriales veo que ha empezado a llover por sorpresa. Y nada de unas gotitas, era una lluvia sanota y entusiasta. El cielo estaba totalmente cubierto y no era realista esperar que dejara de llover en breve, asi que, resignado, empecé a desandar todo el camino, esta vez cuesta arriba. Conseguí entregar los malditos CVs, pero llegué a la biblioteca todo mojado y con todo el día de estudio por delante (o lo que quedaba de él). Cuando salí para comer, lucía el sol. A veces parece que las cosas se confabulan contra uno. A ver si al menos me pillan pa alguna práctica y todo esto no ha sido en vano.

Como aquí no hay gran cosa que hacer aparte de estudiar, aprovecho bastante los días. Incluso si salgo temprano, al final resulta que estudio bastante, porque empiezo antes. En fin. Deseadme suerte, que me va a hacer falta. El examen es un test retorcido y perverso. Y además maligno, añadirían algunos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ah, las inclemencias del tiempo y las circunstancias confabulantes :)

En fin, mucha suerte con el examen maligno y perverso
Anónimo ha dicho que…
Ha sido divertido leer tus desgracias... pero que sea por que las cuentas bien y no por que sean desgracias.

Ojalá que el siguiente comentario sea de entusiasmo tras el examen.

Ánimo y a por él!!!!
Miguel Porto ha dicho que…
Una asignatura que se llama Estrategia Internacional es maligna con toda seguridad. Suerte!!!
Anónimo ha dicho que…
Mucho arrrggg y mucha queja, pero todo es vicio. Te quejas de que no estabamos en Viena sino en Berlin, ¡encima que te esperamos!, la proxima vez lo dejamos por ahi tirado mi brigada. Y no cuentes cuentos, que mucha lluvia y mucha penita, pero lo primero que hiciste al llegar a la biblioteca fue coger un ordenador para ver la pagina del Marca. Asi que mucha suerte y mas trabajo y menos quejas, que lo tuyo es vicio.

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